Desde las insondables vísceras...
Y otorgar a tu duende sin concebir tributo; completar tu subsistencia y engendrar la savia de tus brazos obteniendo dividendo alguno... honrarme con tu respeto, tu estima y lo tórrido de tu alma...
Esperando la alteración de tus pautas para reverenciarme como tantas veces yo te habría venerado... la adoración está en tus manos.
Esperando la alteración de tus pautas para reverenciarme como tantas veces yo te habría venerado... la adoración está en tus manos.
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home